No se trata de; “sentarse en la galleta” -a propósito del anuncio de Pozuelo-

Nadie se podía esperar la avalancha de comentarios que generaría la publicación en RRSS (desconozco sí ya está en TV) del anuncio de la Pozuelo. Y es que estoy seguro, que ni el más optimista creativo de Publimark –gestora del concepto- se hubiera imaginado tal magnitud de reacciones y publicity que generaría ese minuto de publicidad.

Ahora bien, el anuncio no debería sentirse como una amenaza, ni ponernos a la defensiva, no se trata de justificar o sentarnos en la galleta y afirmar que solo existe un tipo de familia utilizando las figuras más estúpidas posibles -todas disponibles en el perfil de Amelia Rueda- que van desde la explicación de que el pinto es pinto solo con arroz o fríjoles, o métodos un poco más basados en el del pensamiento Slippery slope cuando claramente los datos y la información que proviene desde el mismísimo INEC -y no el infierno- concluyen que la familia nuclear como base de la sociedad está cambiando (por no decir muriendo). Tampoco se trata de levantar campañas en contra de comerse unas cremitas o pedir a la gente que no vea las novelas del 7 como un acto de rebelión y defensa de la familia, o incluso emprenderla con los pobres perros que aparecen en el famoso anuncio.

Campaña en contra de Teletica por reportajes.

La familia es amor, sin importar su forma.

Lo que sí genera o propicia el anuncio es una conclusión que puede ser realmente aterradora para algunos, y es que la sociedad cambió, y así ha evolucionado el concepto de familia, que incluye no solo parejas heterosexuales, sino también homosexuales, con o sin hijos, punto. Esa afirmación no necesita validación, ni incluso el voto de la Asamblea -aunque más que necesario, es justo-, tampoco necesita su permiso o el mío, es una realidad que hay que aprender a disfrutar, tolerar y lidear -pero no negar-. El mundo ha evolucionado, así como su concepción de familia, y el que lo quiere negar, es tan iluso como el que quiere tapar el sol con un dedo, o quiera ignorar la relación de su vecino o sus propios deseos por medio al señalamiento, el odio debe ser dejado atrás, junto con los estigmas, dogmas y creencias acaparadoras de otros.

No importa cual sea su creencia, le recomiendo algo: abra su mente y su corazón. El mundo cambió hace rato y nadie puede hacer algo para pararlo, ahora es más justo, más equitativo y no se deja llevar por dogmas o creencias sin sentido. No se siente en la galleta.

pd. les dejo otro anuncio de Coca Cola en esta línea.